Juntando las dos piezas fundamentales para el padel, la pala y la bola, se forma un logo que se identifica solo con verlo.
Los colores sugeridos por el cliente eran verde y blanco pero dejando solo esos colores el diseño quedaba monótono y poco identificable... Entonces decidí ponerle el color amarillo a la pelota. Así, aun que sean dos colores contrastantes, se nota una agradable sensación, pureza y armonía entre los colores que hace que la visualización del logotipo no sea cansina y a la vez que se nos quede marcada en la memoria.
He decidido poner la pieza doblada al igual que el texto para romper un poco lo común dándole un efecto más atractivo y divertido.
La tipografía utilizada es helvética. Permite una lectura fácil ya que no contiene remates innecesarios que en algunas ocasiones solo entorpecen la lectura.
Comenten opiniones, gracias.
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